[07/08/2024] La justicia de Estados Unidos ha determinado que Google es un monopolio y que utiliza su poder para mantenerse como el líder en el mercado de búsquedas. Google va a apelar el fallo y aun no se ha señalado que pasos son los siguientes.
En un fallo, que se podría calificar como histórico, la corte distrital de Columbia señaló que Google es un monopolista y que ha actuado como tal para mantener su monopolio. El fallo es el resultado de una demanda que tiene su origen en octubre del 2020 cuando el Departamento de Justicia, junto con fiscales generales de 11 estados, enjuició a la compañía en el distrito federal (Columbia) por mantener ilegalmente un monopolio, violando la Sección 2 de la Ley Sherman.
Luego de casi cuatro años de presentada la demanda, el juez Amit Mehta determinó que el dominio de Google en el mercado de búsquedas se ha vuelto indiscutible por más de una década, lo que le ha permitido crecer y fortalecerse a expensas de sus competidores.
Los motivos
El documento de 286 páginas sostiene que la empresa ha invertido decenas de miles de millones de dólares en contratos de exclusividad para asegurar un rol dominante como el motor de búsqueda predeterminado para navegadores web y dispositivos móviles. De hecho, el juez indica que -de acuerdo con un estudio de la propia Google- Apple tendría que invertir 20 mil millones de dólares para crear un producto similar a Google Search; una barrera que también enfrentarían otros posibles competidores como Bing o Duckduckgo.com.
Y el mercado de búsquedas es muy valioso dada su estrecha relación con los ingresos que se generan a partir de la publicidad. En el documento se puede encontrar que en el 2014, Google obtuvo ingresos por 47 mil millones de dólares en publicidad y que para el 2021 esa cifra ha crecido hasta alcanzar los 146 mil millones de dólares. Bing, en comparación, generó menos de 12 mil millones de dólares en el 2022.
Luego de que el fallo se hizo público, el fiscal general Merrick Garland sostuvo que esa victoria contra Google es un triunfo histórico para el pueblo estadounidense; ya que ninguna compañía, sin importar que tan grande o influyente sea, se encuentra por encima de la ley.
Por su parte, en unas declaraciones a un medio local estadounidense, Kent Walker, presidente de Global Affairs de Google y Alphabet, indicó que planean apelar, pero no dio detalles de las futuras acciones de la compañía.
Lo que sí se sabe es que este juicio no solo ha involucrado a Google y al gobierno estadounidense. Desde el 2021, Microsoft y Apple se han visto envueltas en el juicio; la primera por los pedidos de Google de sus registros y la segunda por pedidos similares, pero por parte del gobierno. Ese mismo año también ingresaron, por motivos similares, Yelp y Samsung.
Y la presencia de Yelp no sorprende, ya que es sabido que Jeremy Stoppelman, cofundador y CEO de Yelp, tiene una posición contraria a la supremacía de Google en el mercado de búsquedas. De hecho, al revisar la cuenta de Stoppelman en X se puede encontrar que el ejecutivo ha reposteado un par de entradas en las que se señala el resultado del fallo y sus resultados.
Aunque el fallo del juez determina que Google es un monopolio, no señala que se tiene que hacer con ese monopolio, pero hay alternativas que se han usado en el pasado.
En 1982, como resultado de una demanda antimonopolio presentada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, AT&T aceptó desmantelar su estructura monopolística. Esta decisión llevó a la división de AT&T en 1984, cuando se separó en varias compañías más pequeñas conocidas como las "Baby Bells” (Bell Operating Companies). Este proceso es conocido como la División de AT&T o el Caso Antimonopolio de AT&T.
Y, más recientemente, en la década de 1990, Microsoft fue acusada de utilizar su posición dominante en el mercado de sistemas operativos con Windows, para monopolizar el mercado de los navegadores web mediante la integración de Internet Explorer (IE) en Windows. En el año 2000, se dictaminó que Microsoft había mantenido un monopolio ilegal y recomendó que la empresa fuera dividida en dos compañías separadas: una para el sistema operativo Windows y otra para otros productos de software, incluido Internet Explorer. Sin embargo, en el 2001, la sentencia fue apelada y se llegó a un acuerdo en el que Microsoft no fue dividida, pero tuvo que cumplir con ciertas restricciones para promover la competencia.
Las opciones existen y habrá que esperar el desarrollo de este nuevo capítulo de lucha antimonopolio dentro de la industria tecnológica.
Jose Antonio Trujillo, CTOPerú