[11/05/2022] Cuando se lanzó la bitcoin a inicios del 2009 nadie conocía hasta donde podían llegar las criptomonedas. Bitcoin fue la primera, pero no es la única. Desde su lanzamiento miles de otras 'criptos' se han lanzado al mercado con diferentes grados de éxito, lo que ha generado un mercado y un ecosistema que han crecido a tal nivel que ya no es irreal pensar que podrían, en un plazo razonable, competir con el tradicional sistema bancario internacional.
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Después de todo ese era el plan: competir y ofrecer una alternativa al sistema financiero tradicional, crear un universo financiero paralelo, lejos del alcance de los bancos y los gobiernos. Sin embargo, el tiempo ha transformado esta visión. Ahora incluso se pueden encontrar gobiernos, como el de El Salvador, que estimulan el crecimiento de las criptomonedas dándoles curso legal. Las criptomonedas pueden ser usadas, después de todo, de manera similar a las monedas que emite un banco central, ese es su atractivo; pero, como siempre, también hay riesgos a considerar.
Víctor Almandoz, consulting manager de IDC para la región latinoamericana
¿Es una moneda?
La primera pregunta válida que nos podemos hacer es si las criptomonedas pueden considerarse una moneda como las que se conocen. Y la respuesta es que "a pesar de su nombre, las criptomonedas no se consideran monedas en el sentido tradicional y, aunque se les han aplicado diversos tratamientos, incluida la clasificación como productos básicos, valores y monedas, las criptomonedas generalmente se consideran una clase de activo distinta en la práctica”, sostiene Víctor Almandoz, consulting manager de IDC para la región latinoamericana.
Es más, de acuerdo con el analista, una criptomoneda es un activo digital negociable o una forma digital de dinero, construida sobre la tecnología de cadena de bloques, también conocidas como blockchains, que solo existe en línea. Las criptomonedas utilizan el cifrado para autenticar y proteger las transacciones, de ahí su nombre.
Un punto que se debe de tomar en consideración es que no debemos confundir a las criptomonedas con las monedas digitales. Nuevamente, de acuerdo con Almandoz, las monedas digitales son generalmente creadas por un Banco Central y se llaman CBDC (Central Bank Digital Currency) o también monedas fiduciarias digitales o dinero base digital.
"Los CBDC se encuentran actualmente en su mayoría en la etapa hipotética, con algunos en programas de prueba de concepto. Según la jefa del BCE, Christine Lagarde, más de 80 bancos centrales están analizando las monedas digitales. El RMB digital de China fue la primera moneda digital emitida por una economía importante”, agrega.
De hecho, Brasil ya empezó sus planes de tener una CBDC (Real Digital) y el Banco Central de Brasil realizará prueba piloto de su CBDC en el segundo semestre del 2022. En Chile, las autoridades del Banco Central también planean tener una estrategia del "Peso Digital” este 2022. Además, existen noticias que Perú ya se encuentra trabajando en una moneda digital conjuntamente con India, Singapur y Hong Kong, aunque sin pretender ser el primero dado que aún se desconocen las implicaciones en el sistema monetario del país
Pero, volviendo a las criptomonedas, ¿qué es lo que las ha hecho atractivas para el público en general? La respuesta es que resuelven diversas necesidades de maneras distintas al dinero que conocemos cotidianamente.
Una necesidad es el ahorro. Las criptomonedas ofrecen la posibilidad de reducir costos, ya que no tienen que pasar por un sistema centralizado de intermediarios que, obviamente, cobran una comisión.
Matías Romero, country manager para Perú de Buenbit.
"Bitcoin buscaba crear armar una red de pagos descentralizada. Esta idea de yo poder transferirte a ti valor sin necesidad de pasar por una entidad central como podría ser un banco”, señala Matías Romero, country manager para Perú de Buenbit.
Como afirma el ejecutivo, en el mundo tradicional de las finanzas tradicionales, si una persona transfiere dinero a otra debe que pasar por un banco. Una criptomoneda lo hace de manera descentralizada, de persona a persona.
Y no es que no se pague por estos servicios, sino que, evidentemente, el costo de hacerlo a través de una criptomoneda es menor.
"En el 2021, el volumen de remesas recibidas en América Latina ascendió a 126 mil millones de dólares, más del doble que en el 2011 -año en el que el volumen alcanzó los 60 mil millones de dólares-, según datos de Americas Market Intelligence (AMI). Desafortunadamente, enviar dinero a través de las fronteras tiene una de las tarifas más altas del mercado: la tarifa promedio es del 7% por transacción en Brasil, 6% en Perú y República Dominicana, y 5% en Colombia, según investigación de la AMI”, indica Almandoz.
Otra de las ventajas que ofrecen las criptomonedas es que ayudan a las personas a luchar contra las presiones inflacionarias. En sus orígenes, por ejemplo, la bitcoin se creó con una cantidad fija de unidades, 21 millones, lo que hace imposible que se genere el mismo efecto inflacionario que surge cuando los gobiernos deciden imprimir más billetes para afrontar sus necesidades presupuestarias.
De hecho, es probable que una de las razones que generaron el surgimiento de las criptomonedas sea la necesidad de combatir los efectos de las crisis financieras como la del 2008, la cual trajo consigo la posterior emisión de dinero para salvar a los bancos de inversión que la causaron. Vistas de esta manera, las criptomonedas son una protesta contra esa medida.
"Y una tercera fuente de valor de las criptomonedas y bitcoin como ejemplo está en la propia tecnología, la tecnología blockchain. ¿Qué busca la tecnología blockchain? Que sean transacciones muy seguras y que se registren de manera descentralizada”, añade Romero.
Por supuesto, defenderse contra los procesos inflacionarios no solo se consigue manteniendo el valor de lo que se tiene, también se puede lograr incrementándolo; es decir, invirtiendo en la compra de una criptomoneda con la esperanza de que su valor se incremente. Y en este campo la criptomoneda más conocida es bitcoin, la cual, al momento de escribir este informe, había llegado casi a los 31 mil dólares.
Sin embargo, aquí vale hacer una advertencia: como cualquier activo financiero, el valor de la bitcoin es fluctuante. De hecho, la fluctuación de la bitcoin ha sido muy fluctuante desde que comenzó a crecer significativamente desde el inicio de la pandemia. En noviembre del año pasado alcanzó su máximo histórico, superando los 64 mil dólares, pero desde entonces ha perdido más de la mitad de su valor.
Carlos Bernos, country manager de Buda.com para Perú.
"Hay que ponernos a pensar por qué es volátil, y lo es porque su precio lo determina la oferta y la demanda; es decir, nadie controla bitcoin, nadie fija un precio. Entonces hay muchas críticas hacia la volatilidad, pero hay que tener en cuenta que la volatilidad es consecuencia de la oferta y la demanda interactuando libremente”, indica Carlos Bernos, country manager de Buda.com para Perú.
Además, como detalla el entrevistado, la volatilidad es mayor en el corto plazo; en el largo plazo es menos pronunciada. Si se examina el gráfico del valor de la bitcoin en un periodo de cinco años, efectivamente, la tendencia es positiva, algo que no ocurre si hacemos el examen en un periodo de un año o menos. Es más, si el examen se hace a seis meses se puede obtener la peor caída de esta moneda: más de 52%.
¿Cómo escapar a este desagradable efecto? Acudiendo a otras criptomonedas.
Cuando se piensa en criptomonedas automáticamente se piensa en bitcoin, pero ésta no es la única criptomoneda. Existe otro tipo de criptomoneda que no tiene las fluctuaciones del bitcoin: las estables.
"Las monedas estables están respaldadas por una moneda fiduciaria; entonces, cuando compras una moneda estable como USDC, que es la representación del dólar digital, existe un dólar depositado en un banco que respalda esa moneda digital”, manifiesta Arnoldo Reyes, vicepresidente de Alianzas Estratégicas, Fintech y Desarrollo de Negocios en América Latina y El Caribe de Visa.
Esta criptomoneda es ideal para resguardar el valor del patrimonio en un contexto inflacionario y en el que, además, sea complicado acceder a divisas externas. Como es el caso de un país vecino.
La criptomoneda estable puede estar ligada a una moneda fuerte, pero también puede estar enlazada a otro tipo de activo que no pierda su valor.
Arnoldo Reyes, vicepresidente de Alianzas Estratégicas, Fintech y Desarrollo de Negocios en América Latina y El Caribe de Visa.
"Ahora han salido otras monedas estables que están atadas al oro. Una es la que se llama Pax Gold que está auditada en Nueva York y que tiene bóvedas de oro en Nueva York. Por cada onza de oro que ellos guardan se crea un token equivalente con el cual incluso puedes ir a solicitar el oro subyacente”, explica Rafael Meruane, CEO de Cryptomarket.
Entonces, existen diversos tipos de criptomonedas que cubren diferentes tipos de necesidades. Para los que desean ganar con el sube y baja de los precios, lo recomendable es invertir en criptomonedas como la bitcoin; pero para los que simplemente desean resguardar su patrimonio, una criptomoneda estable es lo más aceptable.
De acuerdo con un cuadro compartido por Almandoz las siete criptomonedas más importantes por capitalización de mercado son Bitcoin (700 mil millones de dólares), Ethereum (330 mil millones de dólares), Tether (83 mil millones de dólares), BNB (61 mil millones de dólares), USD Coin (48 mil millones de dólares), XRP (28 mil millones de dólares) y Sotana (27 mil millones de dólares).
Con todas estas ventajas uno podría preguntarse si las criptomonedas, efectivamente, son dinero. Y la respuesta es que, aunque legalmente no lo sea, en la práctica se comporta como tal.
"Legalmente en Perú no es dinero. Pero económicamente si es dinero, entonces depende si uno quiere ver el lado legal, legalmente no es dinero. En el Perú, actualmente, no están reconocidas las criptomonedas, no están reconocidas por el Banco Central como moneda extranjera”, sostiene Rafael Meruane, CEO de Cryptomarket.
El ejecutivo, además, recordó que "las monedas van mucho más atrás de que existieran los bancos centrales, y que incluso de que existiera la noción de país o la noción de una nación”, por lo que la noción de dinero no podría solo circunscribirse a un origen legal.
"Ahora mucha gente opositora a las criptomonedas y al bitcoin dicen que el bitcoin no tiene ningún respaldo, que no hay no hay nada detrás de él, que se basa solamente en la confianza; pero bueno, las monedas que tenemos... el dinero que tenemos en el banco, también se basa en la confianza”, dice Meruane.
A pesar de las opiniones encontradas sobre si las criptomonedas pueden considerarse dinero o no, lo que efectivamente está ocurriendo en el mercado es que se está desarrollando un ecosistema alrededor de estas monedas. Ahora hay personas que compran y venden estos activos y que lo hacen a través de instituciones conocidas como exchanges.
Rafael Meruane, CEO de Cryptomarket.
Estos exchanges -que se podrían denominar como 'casa de cambios', si nos atenemos a la traducción- han surgido por la necesidad de las personas de comercializar estos activos. Estas firmas, por tanto, ¿deberían seguir algún tipo de regulación?
Ninguno de los entrevistados se opuso, aunque sí advirtieron que las medidas que pueda tomar un gobierno no deben obstaculizar el crecimiento que hasta el momento se ha logrado.
"Yo sí creo que la regulación es importante, pero lo que suele suceder en el mundo de la tecnología es que la tecnología avanza mucho más rápido que las normas. Entonces hay que aprender a convivir con eso y cuando salga una regulación lo importante es que no corte el avance tecnológico”, explica Bernos de Buda.com.
Ciertamente, no hay regulación específica aun, pero eso no significa que no haya ciertas medidas que se estén tomando con estas firmas. Por ejemplo, Meruane señala que "estamos registrados como una entidad de compraventa de divisas que tenemos que informar a las unidades de análisis de riesgo por lavado de activo, pero no hay una entidad como una superintendencia de bancos que nos regule, porque la industria no está regulada en el Perú todavía”
Pero no es necesario que exista una regulación para que los exchanges decidan tomar medidas por ellos mismos. Por ejemplo, aunque no hay regulación Buenbit se comporta en muchos de sus procesos como si estuviera regulada. Por ejemplo, para ellos es crítico conocer al cliente; es decir, poder identificarlo mediante algún documento que pruebe su identidad. Además, nuevamente, para evitar el lavado de activos, se preocupan por conocer el origen del dinero con el que se va a realizar la transacción.
Hay medidas que se puede tomar hasta que llegue la regulación y cuando esta llegue también es necesario observar si ésta va a ser de utilidad para fomentar el ecosistema.
"Hay un balance entre regulación e innovación y eso sucede en todas las industrias no solamente en criptomonedas”, señala Romero de Buenbit.
Y no necesariamente el involucramiento del Estado a través de sus regulaciones puede convertirse en algo de lo que se deba cuidarse la industria. De hecho, la regulación se puede aprovechar para convocar a más actores.
"Esta regulación se tiene que dar en un contexto donde hayan participado entidades públicas, entidades privadas, donde se vea cómo está el mercado, donde se vea cuáles son las prácticas que se pueden implementar sin afectar el avance tecnológico y el avance comercial de las empresas. Entonces, es un ejercicio que requiere digamos distintos agentes distintas participaciones, un esfuerzo colaborativo un resumen”, explica Bernos de Buda.com.
No solo la regulación puede ayudar a fomentar el ecosistema, las iniciativas privadas también tienen un papel. Por ejemplo, Visa está generando alianzas con otros actores -los exchanges- para fomentar el ecosistema.
"Lo que Visa está haciendo es crear alianzas estratégicas, llevamos más de 60 alianzas alrededor del mundo, con las billeteras de cripto y las casas de cambio, las exchanges de criptomonedas, y hemos permitido a través de estas alianzas comerciales que ellos emitan una tarjeta Visa a sus usuarios”, detalla Ryes de Visa.
Con esta tarjeta se podrá pagar en todos los puntos que acepten la tarjeta, y lo harán contra la cuenta en criptomoneda que tenga el usuario.
Al final, lo importante es desarrollar el mercado, y hacerlo con la participación de todos los actores presentes en él.
"Al mercado de criptomonedas no lo considero una burbuja, más bien es un cambio de paradigmas en la evolución del intercambio de bienes y servicios y, en el reemplazo de obsoletas formas de medir la riqueza y de cobrar por las transacciones financieras”, finaliza Almandoz.
Jose Antonio Trujillo